Ubicación: En la costa occidental de Asturias, a 5 minutos de la playa de Moris y rodeado de bosques.
Precio: 16€/noche (temporada media) con electricidad y acceso a duchas de agua caliente.
Por qué nos encantó: Despertar con el sonido del mar y las rutas de senderismo que parten directamente del camping.

Día 1: Ruta del Cares y Cangas de Onis
Comenzamos con la Ruta del Cares, el «Desfiladero de los Dioses». Caminamos 12 km entre Poncebos y Caín, con paredes de roca que se elevaban como catedrales naturales. ¡Las cabras montesas nos acompañaron parte del camino!
Por la tarde, fuimos a Cangas de Onis, donde el Puente Romano (en realidad medieval) se reflejaba en las aguas del Sella. Probamos queso de los Beyos en el mercado local.

Información práctica:
🔹 Ruta del Cares
- Distancia: 24 km (ida y vuelta).
- Dificultad: Media (llevar calzado antideslizante).
- Curiosidad: La senda fue tallada en la roca para mantenimiento del canal de agua.
🔹 Cangas de Onis
- Puente Romano: Ideal para fotos al atardecer.
- Dónde comer: Sidrería El Abuelo (fabes con almejas y sidra natural).

Día 2: Covadonga y los Lagos
Visitamos la Basílica de Covadonga, donde la leyenda de Don Pelayo cobró vida. Después, subimos a los Lagos de Covadonga (Enol y Ercina). El paisaje parecía de postal: vacas pastando entre niebla y lagunas turquesas.
Consejo: Ve temprano; en verano restringen el acceso en coche y hay que usar bus lanzadera (5€/persona).

Día 3: Descenso del Sella desde Arriondas
¡Aventura en canoa! Hicimos el Descenso del Sella (8 km, unas 2 horas). El río era tranquilo, pero los chapuzones «voluntarios» fueron inevitables. Terminamos en Ribadesella, donde celebramos con sidra y tortilla de marisco en El Puerto.
Datos útiles:
- Precio canoa: ~20€/persona (incluye transporte de vuelta).
- Llevar ropa seca y protector solar.

Día 4: Oviedo, Gijón y Avilés
- Oviedo: Callejear por el casco antiguo, ver la Catedral y la escultura de Mafalda en Campo San Francisco.
- Gijón: Paseo por Cimadevilla y parada en la playa de San Lorenzo.
- Avilés: Sorprendidos por el Centro Niemeyer, un contraste futurista.
Imprescindibles:
- Comer en Oviedo: Casa Fermín (cachopo para valientes).
- En Gijón: Tasca El Antoju (tortos con picadillo).

Día 5: Cudillero, el pueblo de colores
Cudillero nos robó el corazón. Sus casas colgantes, el puerto pesquero y el Mirador de la Garita (vistas infinitas). Probamos caldereta de pescado en Restaurante El Pescador.
Curiosidad: Los pixuetos (habitantes del pueblo) tienen su propio dialecto.

🌊 Conclusión: Asturias es una mezcla perfecta de mar, montaña y cultura. ¿Lo mejor? Que en un día puedes pasar de bañarte en el Cantábrico a esquiar en los Picos de Europa.
¿Te animas? ¡Nosotros ya estamos planeando volver!
