¡Bienvenidos a nuestra aventura de cuatro días explorando Madrid y sus encantadores alrededores! Hemos diseñado una ruta perfecta para descubrir la riqueza cultural, histórica y natural de esta región, pernoctando cada noche en el acogedor Camping Internacional de Aranjuez, un lugar ideal para descansar y disfrutar de la tranquilidad tras un día lleno de experiencias. A continuación, te contamos cómo fue nuestro itinerario día por día, con los lugares que visitamos y lo que más nos enamoró de cada uno.

Día 1: Chinchón y Aranjuez
Comenzamos nuestro viaje en Chinchón, un pintoresco pueblo a unos 45 minutos desde el camping. Este lugar es famoso por su Plaza Mayor, un escenario medieval con balcones de madera que parece sacado de un cuento. Paseamos por sus calles empedradas, disfrutamos de un café en uno de los mesones de la plaza y probamos el famoso anís de Chinchón, una delicia local. No te pierdas la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que guarda una pintura de Goya, ni el Castillo de Chinchón, aunque solo se puede admirar desde fuera.

Por la tarde, regresamos a Aranjuez, donde el Palacio Real nos dejó sin palabras con sus elegantes jardines, como el Jardín del Parterre y el Jardín de la Isla. Dimos un paseo junto al río Tajo y visitamos el Museo de Falúas Reales, donde se exhiben las embarcaciones históricas de la realeza. Terminamos el día con una cena en el camping, disfrutando de la calma de este entorno natural.

Día 2: Patones de Arriba, Buitrago del Lozoya y Manzanares el Real
El segundo día fue una inmersión en los paisajes y la historia del norte de Madrid. Empezamos en Patones de Arriba, un pequeño pueblo de arquitectura de pizarra que parece detenido en el tiempo. Sus calles estrechas y casas de piedra son perfectas para un paseo tranquilo. Recomendamos la ruta senderista hasta la Cueva del Reguerillo si te gusta la naturaleza, aunque nosotros optamos por disfrutar del ambiente del pueblo y su gastronomía local.

Continuamos hacia Buitrago del Lozoya, un pueblo amurallado con un encanto medieval. La muralla y el Castillo de Buitrago son impresionantes, y el río Lozoya que lo rodea ofrece vistas espectaculares. Visitamos el Museo Picasso, una joya escondida con obras donadas por el artista a su barbero, un nativo del pueblo. El paseo por las murallas al atardecer fue un momento inolvidable.

Finalizamos el día en Manzanares el Real, donde el Castillo de los Mendoza es el gran protagonista. Este castillo, uno de los mejor conservados de la región, nos transportó a la Edad Media con sus torres y salones. Además, la cercanía de La Pedriza, con sus formaciones rocosas, invita a los amantes del senderismo a explorar, aunque nosotros preferimos relajarnos con vistas al embalse de Santillana antes de volver al camping.

Día 3: Madrid
El tercer día lo dedicamos a la vibrante capital, Madrid. Comenzamos en la Plaza Mayor, donde el bullicio y los colores nos dieron la bienvenida. Desde allí, caminamos hasta el Palacio Real, una maravilla arquitectónica con sus salas decoradas y la vista desde los Jardines de Sabatini. Continuamos hacia el Templo de Debod, un regalo de Egipto que ofrece una perspectiva única de la ciudad al atardecer.

No podía faltar un paseo por el Parque del Retiro, donde remamos en el estanque y visitamos el Palacio de Cristal, un lugar mágico. Terminamos el día en la Gran Vía, disfrutando de su ambiente, tiendas y una cena en uno de sus muchos restaurantes. Madrid tiene algo para todos, desde historia hasta modernidad, y cada rincón te invita a quedarte más tiempo.

Día 4: Alcalá de Henares
El último día lo dedicamos a Alcalá de Henares, la ciudad natal de Miguel de Cervantes. Visitamos la Universidad de Alcalá, un edificio histórico que refleja la importancia de esta ciudad en la cultura española. La Calle Mayor, con sus soportales, es perfecta para un paseo tranquilo, y la Casa Natal de Cervantes nos permitió conocer más sobre la vida del autor de Don Quijote.

No nos perdimos la Catedral-Magistral de los Santos Niños, un lugar lleno de historia, ni la Plaza de Cervantes, donde el ambiente local nos cautivó. Terminamos con un almuerzo en un restaurante tradicional, probando las especialidades de la zona, antes de regresar al camping para cerrar nuestra aventura.

Conclusión
Esta ruta de cuatro días por Madrid y sus alrededores nos permitió combinar la riqueza cultural de la capital con el encanto de sus pueblos y paisajes. Desde el Camping Internacional de Aranjuez, cada día fue una nueva oportunidad para descubrir joyas históricas, naturales y gastronómicas. Si buscas una experiencia variada, llena de historia, naturaleza y buena comida, ¡esta ruta es para ti! ¿Te animas a seguir nuestros pasos? Comparte tus experiencias en los comentarios y déjanos saber cuál fue tu lugar favorito.
