🌋 Crónica de Tenerife (2012): Volcanes, Playas y Mojitos bajo las Estrellas
✈️ Introducción: Navidad en Manga Corta
Diciembre de 2012. Mientras media Europa se congelaba, nosotros aterrizamos en Tenerife con shorts y gafas de sol. El Hotel Beatriz, en Puerto de la Cruz, fue nuestro refugio: un 4* reformado donde las toallas tenían forma de cisne (¿para compensar la falta de nieve?). La brisa olía a sal y a «¿por qué no vivimos aquí todo el año?».

🏔️ Día 1: El Teide, un Viaje a la Luna (sin Cohete)
Subtítulo: «Cuando el Teleférico te Deja a 2.000 Metros de Éxtitus»
El Parque Nacional del Teide (Patrimonio de la Humanidad y influencer natural desde tiempos inmemoriales) nos dejó boquiabiertos. Subimos en teleférico hasta La Rambleta, donde el paisaje era tan extraterrestre que hasta miramos si el móvil captaba señal marciana. Dato friki: El Roque Cinchado (el «Árbol de Piedra») fue famoso por aparecer en los billetes de 1.000 pesetas. «Ahora solo vale un selfi», bromeó el guía.
La Orotava: Un pueblo de cuento con casas de balcones tallados y un belén navideño a tamaño real en la plaza. «¿Ese pastor lleva sandalias? Esto es Canarias, hasta los nacimientos tienen dresscode veraniego».
Cena en Puerto de la Cruz: Mojitos frente al mar, con el sonido de las olas de fondo. «El mojo picón pica más que mi suegra… pero es igual de adictivo».

🚗 Día 2: Road Trip en Micra (o cómo conquistar Tenerife en 24h)
Subtítulo: «De Dragos Milenarios a Playas que son Tinder para Extranjeros»
Alquilamos un Nissan Micra (nuestro «Ferrari canario») y partimos hacia:
- Icod de los Vinos: El Drago Milenario (17 metros y 300 ramas) es el abuelo de todos los árboles. «No es alto, pero tiene más swag que un roble».
- Garachico: Un pueblo donde la lava volcánica creó piscinas naturales. Nadamos entre rocas negras como si fuéramos personajes de Juego de Tronos.
- Masca: Una aldea escondida entre montañas, donde las casas parecen pegadas con Blu-Tack. La ruta a la playa (4 horas) la dejamos para «la próxima vez» (léase: nunca).
- Acantilados de Los Gigantes: Paredes de 600 metros que caen al mar. «Si esto fuera un spot de instagram, tendría 10M de likes».
- Playa de Los Cristianos: Arena rubia y aguas tranquilas. «Aquí hasta los peces llevan snorkel».
Comida en un chiringuito: Nos atendieron como a «los únicos españoles en kilómetros». «¡Por fin alguien que no pide paella con ketchup!», exclamó el dueño.

🐬 Día 3: Loro Parque (o el Día que Bailamos con Orcas)
Subtítulo: «Donde los Loros Hablan más que mi Prima en una Boda»
El Loro Parque es el Disneylandia animal de Tenerife:
- Show de orcas: Saltos, chapoteos y un 90% de probabilidad de mojarte (nos tocó).
- Tigres blancos: Parecían salidos de un sueño (o de un photoshop mal ajustado).
- Loros parlantes: Uno dijo «hola guapo» a mi pareja. «¿Cuántos años de relación para que tú digas eso?», le pregunté.
Almuerzo en el parque: Menú «vista al gorila». «¿Por qué nos miran así? ¿Serán nuestros primos lejanos?».
Tarde de spa en el hotel: Masajes que nos dejaron «como nuevos» (o al menos, sin contracturas por el road trip).

✈️ Día 4: Niebla, Madrid y un Autobús de Aventura
Subtítulo: «Cuando Málaga te Dice No y Madrid te Abraza con Tiritas»
El vuelo de regreso se desvió a Madrid por niebla en Málaga. «¿En serio? ¿Niebla en la Costa del Sol? Esto es como nieve en el Sahara». Pasamos la noche en la capital y al día siguiente, 5 horas en autobús hasta Málaga. «Al menos llegamos para la cena de Nochebuena… y para contar la anécdota mil veces».

✨ Reflexión Final: Tenerife en Navidad es un Regalo
- El Teide nos enseñó que la Tierra tiene arrugas… y son hermosas.
- Los mojitos confirmaron que el mejor espíritu navideño es el ron.
- El Micra demostró que no importa el coche, sino los paisajes que atraviesas.
Frase para el recuerdo: «Volvimos con la maleta llena de arena, la cámara de fotos saturada… y la promesa de repetir. Pero con más días y menos niebla».
🎨 Tono y Estilo:
Tips útiles: «Si alquilas un Micra en Tenerife, revisa el aire acondicionado. Y el sentido del humor»
Humor canario: «El Drago Milenario tiene más ramas que mi árbol genealógico… y menos dramas».
Poesía volcánica: «En Garachico, la lava talló piscinas donde ahora el mar juega a ser jacuzzi natural».

